a) Afecciones de la voz: La
voz profesional del docente ha sido motivo de estudio e investigación desde
hace muchos años. Para aquellos que participan de la profilaxis y terapia de la
voz del docente este tema se ha convertido en una preocupación permanente. Se llega
a pensar cuál es la razón por la cual la problemática de la voz continúa sin
solución favorable en muchos casos y, lo que es más lamentable, discapacitando
profesional, física y psíquicamente, al maestro que la padece.
b) Stress: Trabajar pensionado ya
sea por condiciones ambientales deficientes, mala ventilación, poca luz, etc.,
pueden ser factores negativos a considerar en el desarrollo de la tarea docente
tanto como el factor de tener un grado muy numeroso que requiere de un gran
esfuerzo para enseñar de manera personalizada.
c) Enfermedades circulatorias: Los
docentes están expuestos especialmente a las várices o dilataciones venosas que
resultan de la mala circulación de retorno. Frente a ello lo primero que
aparece es la sensación de piernas pesadas, edema (acumulación de líquido que,
por insuficiencia venosa, no vuelve a la circulación general con facilidad) y
muchas veces junto a estos síntomas aparece una pigmentación de la piel que la
vuelve color ocre.
d) Trastornos
de la visión:
Un maestro o profesor, ya sea por
la cantidad de material que debe leer (libros, correcciones, planillas, etc,) o
por lo que debe escribir necesita una buena iluminación y postura. El uso
generalizado de los ordenadores personales hace que se agraven estos factores.
Enfermedades como la miopía, el astigmatismo o la presbicia se agravan si no se
utiliza la corrección óptica adecuada.
Es recomendable consultar al
oftalmólogo periódicamente ya sea para detectar estos problemas o para ajustar
las correcciones utilizadas antes de que los trastornos se agraven y las
molestias crezcan.
e) Problemas
posturales:
- Maestros de Educación
Inicial
En este nivel educacional los
niños son altamente demandantes y procuran para sí la atención constante del
docente. La mayor parte del tiempo este permanece de pie generando ciáticas y
lumbagos a través de posturas incorrectas. El dolor de espalda es una constante
en los docentes de niños pequeños.
- Maestros de Nivel Primario:
Hay una sintomatología
característica del docente de grado: los dolores de cuello y espalda.
Los maestros de Escuelas
Primarias permanecen largas horas sentados mientras sus alumnos trabajan o
corrigiendo trabajos. Cuando están sentados en su escritorio la asimetría de
los hombros de la postura que adoptan produce tensiones en la espalda y cuello.
Por otra parte si la columna se arquea, inclina o torsiona en forma repetitiva
da lugar a la aparición de escoleosis estructurales o permanentes. La función
discal de distribuir y amortiguar las presiones que sufre la columna se pierde
y deriva en procesos inflamatorios o degenerativos que afectan a las regiones
cervical, dorsal y lumbar.
Otro aspecto problemático que
repite lo anterior es la constante inclinación hacia los pupitres de los
alumnos que suelen estar ubicados a la altura de su cintura produciendo
contracturas musculares crónicas, discopatías, etc.
La forma de revertir estas
dolencias es, en caso de permanecer sentado, impartir igual descarga en las
nalgas, y parado evitar utilizar siempre el mismo lado o costado para llegar a
los alumnos de manera que la columna vertebral trabaje en forma alternada y
simétrica.
- Docentes de Nivel Secundario:
Aunque debido a la edad de sus
alumnos este docente ya no está tan exigido físicamente padece molestias
características debido al prolongado tiempo que permanece sentado ya sea
durante las horas de clase o corrigiendo trabajos o avaluaciones. Adolece de
todas las actitudes cifosantes típicas de las tareas que se realizan en esta
posición que producen una acentuación de las curvaturas normales de la columna
por lo cual las presiones normales que absorbe y transmite cada disco invertebral
se hacen descentradas lo que da lugar a la evolución del proceso degenerativo.
Otra actitud característica es la
permanencia de pie frente a los alumnos.
Desde el punto de vista mecánico
el equilibrio general del cuerpo se organiza a partir de la articulación de la
cadera. En una postura normal la línea de gravedad cae dentro de la base de
sustentación. A medida que se desciende por la columna vertebral cada unidad
funcional sostiene un peso mayor y posee un valor intrínseco de equilibrio, en
términos de la carga que soporta y de sus propias características de
deformación. Sin embrago cuando el docente está parado suele descansar el peso
de su propio cuerpo sobre un mismo lado y de esa forma pensiona los mismos
grupos musculares que afectan a la zona lumbar, cadera, rodillas, etc.
Una manera de prevenir estas dolencias es la de
desplazarse a los largo del salón de clase o, en los casos en que el docente
debe permanecer inmóvil frente al pizarrón, alternar el peso corporal sobre uno
o ambos pies sin sobreestimar las rodillas.