¿Cuàl de las enfermedades màs comunes afecta màs al docente en su desarrollo profesional?

martes, 25 de noviembre de 2014

Diagnòstico del problema

Una de las mayores causas de presión sobre los docentes es la responsabilidad sobre las personas y los bienes. Las crisis de los docentes son frecuentes, sobre todo a partir de los 35 años de edad. Las razones que se aducen en la consulta médica son:
cansancio por la tarea, mala remuneración, desprestigio del rol, presión de directivos y de los cambios curriculares,  ingratitud de los jóvenes, limitación en el crecimiento institucional, falta de reconocimiento y valoración de su profesión en su propio medio familiar entre otros.
Por otra parte al elevado nivel de auto-exigencia propio de la tarea docente hay que agregar el que impone el premio por presentismo, tal como lo demuestra el significativo porcentaje de los maestros que concurren enfermos a trabajar (79,5%) con males como stress, gastritis, lumbalgia, trastornos ginecológicos, etc. Entre los argumentos expuestos por los docentes para esa asistencia en condiciones de salud adversas, durante el transcurso de una encuesta realizada, se encuentran:
- Porque la enfermedad no los obliga a estar en cama (44,8%)
- Porque toma medicación para ir a trabajar (22,8%)
- Porque no tiene fiebre (10,2%)
De estos datos podemos inferir la íntima relación entre las condiciones institucionales que alojan a un docente y el devenir de sus procesos de salud. Según el modo de inclusión del docente y su problemática, se podrá precipitar una crisis, o por el contrario, se favorecerá la contención del docente que “ya no da más”.

domingo, 23 de noviembre de 2014

Nuestro Grupo


UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
FACULTAD MULTIDISCIPLINARIA DE OCCIDENTE
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS SOCIALES, FILOSOFIA Y LETRAS
MATERIA: SEMINARIO SOBRE PROBLEMAS DE LA EDUCACIÒN TEMA: “LA SALUD DEL DOCENTE”
GRUPO Nº.14
CATEDRATICO:  LIC. DIDIER ALBERTO DELGADO AMAYA
INTEGRANTES:
AVILA LUCERO, MAURICIO ALFREDO.
HERRERA SALAZAR, JOSELIN GUADALUPE.
MENDEZ REYES, JACQUELINE XIOMARA
MORALES GUIROLA, KAREN LISETH.
MORALES MATA, KATHERINE NADIRE.
ORELLANA BELLOSO, RICARDO ADALBERTO.



Posibles Soluciones

La escuela debe ser promotora de salud. Si bien esta meta es ambiciosa, sus resultados son valiosos para toda  la comunidad.
La escuela debe asumir la responsabilidad de brindar a los integrantes de la Comunidad Educativa los medios para que paulatinamente alcancen su autonomía. No se tratará de información sino de formación de la persona racional, consciente, libre, responsable, con la capacidad de decidir, elegir y querer.
 Para que esto sea posible hay que empezar por los maestros porque sólo un docente sano puede transmitir la idea y concepción de salud a los alumnos y sus familias.

Los profesores deben vencer su propia emoción negativa relacionada con la impotencia de la solución deseada...", es decir, vencer su propio desánimo y desesperanza.
Algunos especialistas en esta materia sostienen, como medidas efectivas para vencer el estrés, controlar y conocer las emociones y los sentimientos propios, así como desarrollar una actitud de preocupación despegada (dedicación sin absorción total).
Otras medidas que señalan son:
- Realzar y fortalecer la consideración social de los compañeros y colegas de profesión para no sentirse aislado, así como la valoración positiva de los superiores, tales como inspectores, directores, etc.
- Realizar ejercicio físico adecuado y posible ya que, además de la mejora del riego sanguíneo, un cuerpo saludable resiste mejor el estrés.
Sería conveniente trabajar:
- Desde la Prevención, estableciendo un plan preventivo y eficaz, realizando reconocimientos médicos periódicos, bien por detección sintomática de cualquier anomalía, o bien, cuando los solicite el personal docente.

Causas y Sìntomas del edificio enfermo

Causas que se relacionen con el síndrome del edificio enfermo:
a. Entornos cerrados sin ventilación natural.
b. Espacios reducidos.
c. Sistemas de ventilación, calefacción o acondicionador del aire.
d. Materiales y equipos de oficina que producen humos, gases, polvo o campos electromagnéticos.
e. Iluminación fluorescente.
f. Falta de control de los trabajadores y trabajadoras sobre el medio ambiente y las condiciones de trabajo.
g. Estrés: se ha sugerido que ésta puede ser una de las causas fundamentales del síndrome.
h. Presencia de contaminantes como el dióxido de carbono, formaldehído y ozono.

Síntomas del síndrome del edificio enfermo

Las molestias más frecuentes causadas por los edificios enfermos tienen que ver con las vías respiratorias, pero el catálogo de síntomas es muy variado. De hecho, no es extraño padecer varios de ellos a la vez. Las manifestaciones más habituales son:
  • Síntomas nasales: como irritación de la nariz, mucosidad abundante, sequedad nasal, congestión, trastorno del olfato o tos.
  • Molestias oculares: en este caso, los síntomas son la irritación, cansancio, escozor y enrojecimiento ocular.
  • Dolores de garganta: igualmente, en ocasiones origina irritación, sequedad, ronquera, inflamación o enrojecimiento de la garganta.
  • Alteraciones cutáneas: de nuevo, la irritación y los escozores en la piel pueden ser consecuencia del síndrome del edificio enfermo.
  • Otras manifestaciones son dolores de cabeza, náuseas, vértigos, fatiga mental o somnolencia, dificultades para concentrarse y alergias.
Normalmente, al abandonar el edificio en cuestión o al cabo de unos días estos síntomas suelen desaparecer o aminorarse.
Síntomas diversos
Los síntomas más comunes son de tipo respiratorio y sobretodo se manifiesta en forma de rinitis, obstrucción nasal, estornudos, tos, sequedad en la garganta, disnea y rinorrea. Luego están los efectos oculares que causa irritación ocular, picor, falta de lágrimas, etc. Otras personas manifiestan síntomas neuropsicológicos tales como cansancio (quizás el principal símptoma y por esto también el más difícil de caracterizar que sea producido por estar -por ejemplo- sentado en una biblioteca), cefaleas, dificultad de concentración, astenia, etc. Y finalmente, están los picores y afecciones cutáneas. Estas ultimas son las que más tardan en desaparecer cuando se abandona el edificio enfermo.
La medicina de la buena ventilación
La buena ventilación es la mejor medicina para prevenir el desarrollo del SEE, aunque es básico reducir los campos electromagnéticos y evitar el mobiliario con materiales que acumulen electricidad estática. Lamentablemente, muchos edificios modernos no tienen ventana alguna. Los expertos hablan que por encima de una ventilación de 10 litros de aire por segundo y por persona evitan síndrome del edificio enfermo. Pero además de la ventilación está la temperatura y sobretodo la humedad así como una iluminación deficiente (no en cantidad sino en calidad). La buen ventilación también es esencial para limpiar las emisiones de los componentes orgánicos volátiles desprendidos por los materiales sintéticos o los equipos ofimáticos. 
La presencia de transformadores eléctricos (puerta lateral y trampillas en el suelo) en la entrada del edificio de la guarderia infantil que ha causado varios casos de lipoatrofia en sus niños y niñas  (el primer caso que se da en España). 
La salud en los edificios enfermos
El Síndrome del Edificio Enfermo (SEE) es debido a un conjunto de síntomas diversos que presentan predominantemente las personas que los habitan. En general, estos síntomas desaparecen cuando se abandona el edificio. El estatuto del trabajador reconoce esta enfermedad, especialmente la lipoatrofia como causa de baja laboral. La única solución está en intervenir. Eso es lo que han tenido que hacer edificios emblemáticos en muchas ciudades. Requiere de un la intervención de equipos interdisciplinarios en los que no falten geobiólogos. 
En Barcelona (2007) el SEE atacó a más de doscientos personas que trabajaban en el recién inaugurado edificio de oficinas de de Gas Natural-Fenosa.  En las oficinas de Caprabo de L'Hospitalet de Llobregat, fueron cerca de cuatrocientas personas las que sufrieron la lipoatrofia. En Cataluña existe un protocolo que implica el reconocimiento de la enfermedad como accidente laboral sin derecho a baja ni indemnización económica, pero que obliga a la empresa de realizar exploraciones médicas a las personas afectadas y a investigar y solucionar las causas que provocan la dolencia. En todos los casos se han tenido que hacer importantes adecuaciones en los edificios enfermos. Ahora, por primera vez, incluso en una guardería infantil municipal. El equipamiento fue desalojado preventivamente para proceder a su curación (abril 2013).

Sìndrome del edificio enfermo


El diseño moderno de edificios con materiales sintéticos y equipos de trabajo contaminantes ha añadido un problema nuevo, el síndrome del edificio enfermo, a los problemas de disconfort de los locales tradicionalmente dedicados a la docencia. Este síndrome se caracteriza por una serie de síntomas que son comunes a otras enfermedades. Lo que lo distingue de las demás es que los síntomas desaparecen cuando se abandona el edificio y que lo normal es que afecte a varias de las personas que allí trabajan. Según la OMS, cuando un 20% al menos de las personas presentan estos síntomas, se ha de considerar que el edificio está “enfermo”. La prevalencia de unos u otros síntomas dependerá del lugar de trabajo.
La jornada laboral docente, sumando el trabajo en la escuela y el que se realiza en la casa más el trabajo doméstico, se hace interminable y los descansos o pausas a tener en cuenta en todo proceso de trabajo son muy escasos y no considerados.
En la actualidad, fuera del horario de trabajo hay que agregar una intensa actividad de capacitación obligatoria y voluntaria, que es relevante para permanecer en el sistema e incrementar el puntaje de méritos para la estabilidad laboral.
La arquitectura de los edificios en la última década ha intentado buscar métodos de construcción cada vez más rápidos y baratos. Los materiales prefabricados y sintéticos se apoderaron de nuestras moradas. Los edificios de vidrio, transparentes, reflectantes, la ventilación artificial, para que en la fachada no hubiera ningún distorsión estética en la superficie de la misma por una ventana abierta, crecieron como setas. Pero mientras estos edificios acristalados se multiplicaban por doquier también aumentaron los casos de personas que habitándolos acababan enfermas. Había nacido el síndrome del edificio enfermo (SEE).
Edificio sin ventilación, con materiales sintéticos afectado por el Síndrome del Edifico Enfermo en Barcelona (abril 2013).
Lógicamente, el edificio enfermo es un síndrome resultado de un cúmulo de circunstancias. Por supuesto, el principal factor es la ventilación artificial en un ambiente en el que predominan los materiales sintéticos en el mobiliario, el suelo, las paredes, el techo, etc. Además también inciden el uso masivo de sistemas de iluminación de fluorescencia muchas veces con balastos baratos que emiten campos magnéticos y no minimizan el tintineo de estos. La presencia de equipos ofimáticos que emiten ozono y otras sustancias así como la aparatosa acumulación de cables de electricidad y de las redes informáticas por doquier, constituyen el cóctel que genera el SEE. En las causas del mismo subyace no sólo una cuestión de tipo conceptual en el buen empleo de materiales y apantallamiento por ejemplo de campos electromagnéticos, sino también criterios estéticos que prevalecen sobre una funcionalidad saludable. 
El SEE se ceba especialmente en los edificios de oficinas, pero también en equipamientos culturales e incluso escuelas. El último de los casos que han estallado en el centro de Barcelona es en una moderna biblioteca que alberga también una guardería infantil. Primero fueron las bibliotecarias en quedar afectadas por la lipoatrofia, luego algunos de los niños de 2 a 5 años de la guardería ubicada en los bajos del edificio enfermo.

Enfermedades màs comunes



a) Afecciones de la voz: La voz profesional del docente ha sido motivo de estudio e investigación desde hace muchos años. Para aquellos que participan de la profilaxis y terapia de la voz del docente este tema se ha convertido en una preocupación permanente. Se llega a pensar cuál es la razón por la cual la problemática de la voz continúa sin solución favorable en muchos casos y, lo que es más lamentable, discapacitando profesional, física y psíquicamente, al maestro que la padece.
b) Stress: Trabajar pensionado ya sea por condiciones ambientales deficientes, mala ventilación, poca luz, etc., pueden ser factores negativos a considerar en el desarrollo de la tarea docente tanto como el factor de tener un grado muy numeroso que requiere de un gran esfuerzo para enseñar de manera personalizada.


c) Enfermedades circulatorias: Los docentes están expuestos especialmente a las várices o dilataciones venosas que resultan de la mala circulación de retorno. Frente a ello lo primero que aparece es la sensación de piernas pesadas, edema (acumulación de líquido que, por insuficiencia venosa, no vuelve a la circulación general con facilidad) y muchas veces junto a estos síntomas aparece una pigmentación de la piel que la vuelve color ocre.
d) Trastornos de la visión: 
      Un maestro o profesor, ya sea por la cantidad de material que debe leer (libros, correcciones, planillas, etc,) o por lo que debe escribir necesita una buena iluminación y postura. El uso generalizado de los ordenadores personales hace que se agraven estos factores. Enfermedades como la miopía, el astigmatismo o la presbicia se agravan si no se utiliza la corrección óptica adecuada.
      Es recomendable consultar al oftalmólogo periódicamente ya sea para detectar estos problemas o para ajustar las correcciones utilizadas antes de que los trastornos se agraven y las molestias crezcan.  
e) Problemas posturales: 
      - Maestros de Educación Inicial
                  En este nivel educacional los niños son altamente demandantes y procuran para sí la atención constante del docente. La mayor parte del tiempo este permanece de pie generando ciáticas y lumbagos a través de posturas incorrectas. El dolor de espalda es una constante en los docentes de niños pequeños.

      - Maestros de Nivel Primario:
                  Hay una sintomatología característica del docente de grado: los dolores de cuello y espalda.
                  Los maestros de Escuelas Primarias permanecen largas horas sentados mientras sus alumnos trabajan o corrigiendo trabajos. Cuando están sentados en su escritorio la asimetría de los hombros de la postura que adoptan produce tensiones en la espalda y cuello. Por otra parte si la columna se arquea, inclina o torsiona en forma repetitiva da lugar a la aparición de escoleosis estructurales o permanentes. La función discal de distribuir y amortiguar las presiones que sufre la columna se pierde y deriva en procesos inflamatorios o degenerativos que afectan a las regiones cervical, dorsal y lumbar.
                  Otro aspecto problemático que repite lo anterior es la constante inclinación hacia los pupitres de los alumnos que suelen estar ubicados a la altura de su cintura produciendo contracturas musculares crónicas, discopatías, etc.
                  La forma de revertir estas dolencias es, en caso de permanecer sentado, impartir igual descarga en las nalgas, y parado evitar utilizar siempre el mismo lado o costado para llegar a los alumnos de manera que la columna vertebral trabaje en forma alternada y simétrica.
     - Docentes de Nivel Secundario:
                 Aunque debido a la edad de sus alumnos este docente ya no está tan exigido físicamente padece molestias características debido al prolongado tiempo que permanece sentado ya sea durante las horas de clase o corrigiendo trabajos o avaluaciones. Adolece de todas las actitudes cifosantes típicas de las tareas que se realizan en esta posición que producen una acentuación de las curvaturas normales de la columna por lo cual las presiones normales que absorbe y transmite cada disco invertebral se hacen descentradas lo que da lugar a la evolución del proceso degenerativo.
                 Otra actitud característica es la permanencia de pie frente a los alumnos.
                 Desde el punto de vista mecánico el equilibrio general del cuerpo se organiza a partir de la articulación de la cadera. En una postura normal la línea de gravedad cae dentro de la base de sustentación. A medida que se desciende por la columna vertebral cada unidad funcional sostiene un peso mayor y posee un valor intrínseco de equilibrio, en términos de la carga que soporta y de sus propias características de deformación. Sin embrago cuando el docente está parado suele descansar el peso de su propio cuerpo sobre un mismo lado y de esa forma pensiona los mismos grupos musculares que afectan a la zona lumbar, cadera, rodillas, etc.
                 Una manera de prevenir estas dolencias es la de desplazarse a los largo del salón de clase o, en los casos en que el docente debe permanecer inmóvil frente al pizarrón, alternar el peso corporal sobre uno o ambos pies sin sobreestimar las rodillas.